Agüeros de los nuestros

Caridad Botella

2014

La obra de Diego Delas (Aranda de Duero, España, 1983) sigue una línea investigativa que desea tender puentes entre zonas de habla hispana, donde formas del lenguaje como dichos, refranes y modismos que a menudo implican supersticiones, son herederos del castellano antiguo y preindustrial que se desarrolló en zonas rurales de Castilla y León. Delas, nacido en un pueblo castellano, ahonda en sus raíces por medio de la tradición oral de sus abuelos. Esta tradición oral de dichos y supersticiones castellanos, se vierte inevitablemente en países como Colombia y recibe a su vez la influencia de otros dichos colombianos que viajan a tierras de Castilla. Esta doble vía de transmisión es el punto de partida para la investigación realizada por Delas, con curaduría de Ramiro Camelo, en la Selección Residencias Artísticas BARCÚ.

Radicado en el barrio de La Candelaria durante su residencia artística, Delas recoge material de instituciones como bibliotecas, consultando fuentes impresas, como refraneros colombianos, pero también entabla conversaciones con gente del barrio, con ancianos del lugar que son aún recipientes de una tradición que, aunquellamada a desaparecer, todavía deambula por las calles del centro histórico-colonial de Bogotá. A demás del saber oral, de los refranes y dichos, también los objetos juegan un papel fundamental en la obra del artista. Dentro de las creencias y supersticiones, objetos como los exvotos o talismanes están asociados a ofrendas y conjuros que por invocar una acción, traen una consecuencia negativa o positiva. Este tipo de objetos mágicos encarnan el poder de las palabras y embotellan la fuerza de las creencias.

Partiendo de estos elementos, – lo oral y lo objetual - Delas crea ficciones que, por un lado nos acercan a lo lúdico de su investigación y, por otro, nos recuerdan que el paso del tiempo se lleva consigo el significado de dichos e imágenes quedando estos susceptibles de resignificación. El resultado es una instalación site-specific en la que encontramos conjuros ficticios, - casi poemas dadaístas verbales y objetuales-, en los que el azar juega un importante papel. Estos conjuros se materializan de dos formas: una colección de afiches, - hechos en la última imprenta tradicional de Bogotá,- y una serie de tapices realizados con tela de hamaca.

Como dato curioso, Delas descubre que las hamacas, siendo éstas elementos asociados a la cultura colombiana, ya no están hechas aquí, si no que se manufacturan en otro país. Con este juego visual de palabras, objetos e imaginería mágica, dislocada y ficticia, Delas nos dice que lo que era, ya no es y lo que es, no seguirá siendo.

Agüeros de los nuestros

Caridad Botella

2014

La obra de Diego Delas (Aranda de Duero, España, 1983) sigue una línea investigativa que desea tender puentes entre zonas de habla hispana, donde formas del lenguaje como dichos, refranes y modismos que a menudo implican supersticiones, son herederos del castellano antiguo y preindustrial que se desarrolló en zonas rurales de Castilla y León. Delas, nacido en un pueblo castellano, ahonda en sus raíces por medio de la tradición oral de sus abuelos. Esta tradición oral de dichos y supersticiones castellanos, se vierte inevitablemente en países como Colombia y recibe a su vez la influencia de otros dichos colombianos que viajan a tierras de Castilla. Esta doble vía de transmisión es el punto de partida para la investigación realizada por Delas, con curaduría de Ramiro Camelo, en la Selección Residencias Artísticas BARCÚ.

Radicado en el barrio de La Candelaria durante su residencia artística, Delas recoge material de instituciones como bibliotecas, consultando fuentes impresas, como refraneros colombianos, pero también entabla conversaciones con gente del barrio, con ancianos del lugar que son aún recipientes de una tradición que, aunquellamada a desaparecer, todavía deambula por las calles del centro histórico-colonial de Bogotá. A demás del saber oral, de los refranes y dichos, también los objetos juegan un papel fundamental en la obra del artista. Dentro de las creencias y supersticiones, objetos como los exvotos o talismanes están asociados a ofrendas y conjuros que por invocar una acción, traen una consecuencia negativa o positiva. Este tipo de objetos mágicos encarnan el poder de las palabras y embotellan la fuerza de las creencias.

Partiendo de estos elementos, – lo oral y lo objetual - Delas crea ficciones que, por un lado nos acercan a lo lúdico de su investigación y, por otro, nos recuerdan que el paso del tiempo se lleva consigo el significado de dichos e imágenes quedando estos susceptibles de resignificación. El resultado es una instalación site-specific en la que encontramos conjuros ficticios, - casi poemas dadaístas verbales y objetuales-, en los que el azar juega un importante papel. Estos conjuros se materializan de dos formas: una colección de afiches, - hechos en la última imprenta tradicional de Bogotá,- y una serie de tapices realizados con tela de hamaca.

Como dato curioso, Delas descubre que las hamacas, siendo éstas elementos asociados a la cultura colombiana, ya no están hechas aquí, si no que se manufacturan en otro país. Con este juego visual de palabras, objetos e imaginería mágica, dislocada y ficticia, Delas nos dice que lo que era, ya no es y lo que es, no seguirá siendo.